¿Qué es lo que sabes?
Esta fase comienza entre siente y diez días y medio después de la luna llena.
Las palabras clave para esta fase son: reevaluar, equilibrar, confiar.
Esta fase de la luna puede ser incómoda. Es el punto medio entre la maravilla de la luna llena y el potencial de la luna nueva. En un determinado nivel sabemos que lo que ha funcionado para nosotros en el pasado se ha disuelto en el éter. Ha llegado la hora de volver a orientarnos. Aunque en esta fase del ciclo experimentamos cansancio, no hay tiempo para detenerse ni para dormirse en los laureles. En este momento hay tensión: es el resultado del ángulo recto que hay entre el sol egoísta y la luna emocional.
Quizás no nos apetezca deshacernos de algunas cosas; sin embargo, sabemos que es preciso hacerlo. Es necesario hacer ajustes. Tenemos que general espacio para lo nuevo, pues percibimos que está a la vuelta de la esquina, es decir, cuando llegue la luna nueva la próxima semana. El tercer cuarto (igual que el primero) se ve como una media luna. Es preciso analizar cualquier conflicto que se produzca en este momento; pregúntate cuál es el mensaje contenido en los problemas o desafíos que surgen en esta fase. Quizás sea necesario un cambio de rumbo. Deja que las cosas fluyan.
Esta parte del ciclo puede ser una encrucijada. Mira hacia atrás para comprobar lo lejos que has llegado. ¿Acaso te mereces una palmada en el hombro por todo lo que has conseguido? Si es así, apréstate a recibirla. ¿Y ahora qué? Puede ser un tiempo dedicado a decidir qué es lo que quieres llevar contigo al ciclo de la luna nueva que está a punto de llegar y qué es lo que quieres dejar atrás. Esta es también una buena época para deshacerse de los hábitos negativos. Te encuentras en un punto de inflexión, de manera que la pregunta es: ¿hacia qué lado quieres girar? ¿Quieres seguir adelante con tus viejos planes, o prefieres hacer planes nuevos?
Gaia Mágica
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